Nacho Gómez, guionista, actor y director de la cía. sevillana, se pone ‘a tiro’ para explicarnos qué se cuece a la luz de una farola.

– Os proponéis con este «Asesinato bajo una farola» matarnos… De risa. ¿Es esta la muerte más noble de todas las que en el mundo son? No sé si será la mas noble, lo que está claro es que es la única «muerte» a la que corremos encantado. Morirse de risa nos salva de todo lo demás. Reír nos mantiene más en forma que una clase de spinning y hace que no envejezcamos. Yo, de hecho, tengo 800 años y sólo miro los gimnasios de lejos porque me hacen gracia.

– Esta comedia surrealista nos introduce en una investigación policial absurda, ¿en qué figuras, literarias, teatrales o cinematográficas, os habéis basado para concebirla? Suponemos que recordaremos a personajes inolvidables como Poirot, Jessica Fletcher o el mismísimo Inspector Clouseau, pero no queremos hacernos espoilers antes de tiempo… ¿Qué nos podéis contar que no sea tan secreto como para que luego tengáis que matarnos? Os podemos contar muchas cosas pero nuestro contrato con el Hampa nos impide revelaros demasiado. Os podemos decir que, a parte de los personajes que habéis nombrado, también tomamos como referencia series de televisión antiguas como Perry Mason y sobre todo Los Vengadores y Superagente 86, con las cuales crecimos. Sin olvidarnos de maestros de lo absurdo como Los hermanos Marx o Los Monthy Python. La obra es un homenaje a todos ellos en general y al cine negro en particular. Os podemos adelantar que hay un asesinato. Sabemos que el título de la obra puede no dejarlo claro. El detective Closet tratará de resolver el misterio con la ayuda del Inspector Philip, pero con ellos dos en la investigación y el resto de personajes todo se puede complicar mucho.

– Han dicho en Diario de Sevilla que se han quedado con «esa descarada impresión de que los actores se lo han pasado muy bien haciendo el espectáculo»; ¿es verdad o estáis fingiendo tanto como los posibles asesinos bajo la farola? Pues la verdad es que sí pero tratamos de que no se note. Había días de ensayos, sobre todo al principio, que no podíamos evitar reírnos con las situaciones o los diálogos de los personajes. Poco a poco fuimos dejando de hacerlo y ahora ya sólo lo hace el público. Nos han dicho que así parece que somos más profesionales. Además como hemos dicho en alguna ocasión: la risa del público nos la tomamos muy en serio. Eso sí, por dentro estamos muertos de risa.

– Haciendo una búsqueda en Google, cuando vamos por «Teatro Exi… «, este Ente del Internet nos ofrece como primera opción «Teatro Existencialista» en vez de «Teatro Exiguo». Teniendo en cuenta que la densidad dramática y los algoritmos neperianos os dan la risa, ¿cuándo reclamamos esta flagrante injusticia? Lo vamos a hacer ahora mismo porque es intolerable. Además teniendo amigos en el Hampa estará corregido antes de medianoche. Pero es lo que hablábamos antes. Estamos acostumbrados a hablar con grandes palabras, a darle importancia a cosas inabarcables a preocuparnos por lo que está fuera de nuestro intelecto y eso nos frustra. Y el que trata de explicarlo con sesudas divagaciones es que está muy solo. Al ser humano hablar de existencialismo le viene grande, como tantas cosas. Cuando veo cosas muy densas en cine o en teatro me duermo y sueño que me río. Casi todos nuestros grandes recuerdos inolvidables en la vida están ligados al amor o a la risa. Como no nos dejaban desnudarnos y hacer el amor en el escenario nos decantamos por hacer reír que en el fondo es otra forma de hacer el amor porque también da mucho gustito. Asumir que somos insignificantes, pequeñitos, exiguos, nos hace más felices porque nos quita muchas tonterías de encima. Además con lo de Exiguo le queríamos hacer un guiño al famoso Piccolo Teatro de Milán, pero nosotros queríamos ser más Piccolo que ellos.

– Os habéis propuesto escribir siempre vuestros propios textos, ¿a qué se debe este alucinante acto de locura transitoria y/o valentía dramatúrgica? A la necesidad de contar las cosas a nuestra manera. En Teatro Exiguo el que menos lleva 15 años en esto de la interpretación, otros 20 o 25. Hemos hecho de todo, tanto en teatro como en televisión, tanto cómico como dramático en diferentes compañías y siempre con las palabras de otro, que te podían gustar más o menos. Lo que hacemos ahora es buscar nuestras propias palabras. Además, si vas a ver Hamlet ya sabes como va a acabar, así que para qué vamos a montarlo. Y por otro lado no tenemos que pedirle los derechos de autor a nadie que igual está ocupado con sesudas divagaciones.

– ¿Cómo ha sido la génesis de Teatro Exiguo? ¿De dónde venís y por qué colisionáis en este proyecto? ¿Os han prohibido ya llevar lápices encima, por si acaso? Ya nos dejan llevarlo porque aprendimos a no meterlos en el enchufe. Además es lo único que nos salva de no meter los dedos. Teatro Exiguo comenzó con varias piezas breves y la aceptación del público fue tan entusiasta que nos quedamos apabullados, así que nos lanzamos sin dudarlo al «largo» teatral. Todos venimos o de la Escuela Superior de Arte Dramático de Sevilla o del Instituto del Teatro y nos conocíamos de antemano porque habíamos trabajado unos con otro indistintamente en los últimos años. Lo que sí tenemos en común por encima de todo es un tipo humor muy parecido y eso ayuda a la hora de encarar los personajes y a reunirnos para hacer posible Teatro Exiguo y morirnos de la risa durante una hora. Y si con ello encima conseguimos hacer reír a los demás, nosotros encantados de conocernos.

Alejandro Reche entrevista a Nacho Gómez, director de «Asesinato bajo una farola», para XYZ Ediciones.

Se comete un asesinato y el único testigo es una farola que no quiere hablar. Sobre esta surrealista premisa se sustenta la obra teatral Asesinato bajo una farola. Escrita, dirigida e interpretada por Nacho Gómez, el cual comparte escenario con Teresa Arbolí, Néstor Barea, Antonia Gómez y Serafín Zapico, se trata de la primera producción de Teatro Exiguo y se representa del 9 al 12 de junio en La Fundición. XYZ ha hablado con Nacho Gómez, un experimentado actor, sobre los detalles de este montaje lleno de humor y que sirve de homenaje a series, películas y novelas que forman parte de la memoria colectiva. De todo ello, algunos aspectos de su trayectoria y de proyectos futuros nos ha hablado Gómez, un hombre con el que uno estaría horas conversando y riendo.

XYZ: ¿Cómo surge la idea de crear Teatro Exiguo y Asesinato bajo una farola?

Nacho Gómez: Todos los componentes tenemos formación teatral. Yo me licencié en Arte Dramático hace veinte años. Todos hemos pasado por la ESAD salvo Teresa Arbolí que se formó en el Instituto del Teatro. Los cinco componentes nos reunimos porque, entre otras cosas, compartimos el tipo de humor. Ya habíamos coincidido en varios montajes, y empezamos a trabajar piezas cortas, de ahí lo de Teatro Exiguo, como un guiño al Teatro Piccolo de Milán. Comenzó el boca a boca y a tener aceptación lo que íbamos montando, aceptando el lenguaje absurdo y surrealista que utilizábamos, hasta que me decidí a escribir una obra más larga, Asesinato bajo una farola.

XYZ: Leyendo el título y la sinopsis de la obra vienen a la cabeza muchos referentes. ¿En que se basó para escribirla?

N.G.: Pues casualmente en época leía mucha novela negra, como por ejemplo de Connolly y se me venían a la cabeza los distintos clichés que este tipo de novelas tienen además de recordar series como Superagente 86 o Los Vengadores. Queríamos dejar claro que la obra iba sobre un crimen que investiga un detective que se llama Closet, como homenaje al inspector Clouseau de La pantera rosa. También hay una femme fatale, sospechosos y hasta un juicio. Teníamos la intención de recuperar ese tipo de humor, como el de los Hermanos Marx, o los Monty Python, sin profundidad, que sea muy divertido desde el texto y que hubiese todo un desarrollo.

XYZ: Ha mencionado referencias de la literatura policiaca, humorísticas de cine y televisión pero en España hay un tipo de humor como el de Berlanga o el de películas como Amanece, que no es poco de José Luis Cuerda, donde el absurdo tiene gran protagonismo ¿Son fuentes que también tiene en cuenta a la hora de tratar el humor en la obra?

N.G.: Totalmente. Personalmente Amanece, que no es poco es una película de cabecera para mí, donde una escena surrealista era algo cotidiano, y cuanto más serio es lo que se dice, mejor. Ese título o los filmes de Berlanga son como islas. Eran maestros del humor, donde la palabra tiene mucho valor. Lo mismo ocurre con Asesinato bajo una farola, donde no se puede ni meter morcillas, porque cada frase enlaza con la siguiente por juegos de palabras, equívocos….por lo que disfrutamos con la palabra.

XYZ: Usted es autor, director y actor en Asesinato bajo una farola ¿cómo combina, sobre todo, las últimas dos facetas?

N.G.: La verdad es que facilita el trabajo el hecho de que nos conozcamos mucho y podamos decirnos las cosas. Trabajamos con el objetivo de quedarnos satisfechos con el trabajo realizado y que no se baje de ahí.

XYZ: ¿Tuvo que añadir algún elemento o dar alguna directriz específica a algún actor para perfilar más su personaje a la hora de llevarlo a escena?

N.G.: La verdad es que los actores encajaban prácticamente con el personaje asignado. Sí les recomendé que visionasen varias de las series y películas mencionadas.

XYZ: ¿Qué balance hace del trabajo como director?

N.G.: Pues tras quince años actuando para otras personas, fue un paso lógico primero escribir cosas para adaptarlas a mi manera y luego dirigir, por lo que estoy encontrando otra manera de expresarme que me interesa mucho y te vas dando cuenta de que estar al otro lado es muy bonito. Es una experiencia que me ha gustado mucho.

XYZ: ¿El vestuario de la obra está hecho a conciencia para resaltar la comicidad de los personajes?

N.G.: Sí. Y, además de eso, queríamos hacer un guiño a una época, los sesenta o los sesenta, que no fuese actual pero tampoco los años veinte. Para el personaje que interpreta Teresa Arbolí, la femme fatale, nos fijamos en series actuales como Masters of sex, por lo que su vestuario es rojo inspirado en los sesenta.

XYZ: Usted ha participado en dos espectáculos de La Cuadra ¿qué destacaría de esas experiencias?

N.G.: Fue una casualidad el que yo entrase en La Cuadra. Yo no tenía ni idea de flamenco pero, a través de una compañera mía de la Escuela que hace cosas de danza. Siempre se me dio bien el tema físico, la expresión corporal y me dijeron que Salvador Távora estaba buscando a alguien para el espectáculo Rafael Alberti, un compromiso con el pueblo para estar dos minutos, que al final se convirtió en la obra entera, adaptándome al ritmo que me pedían en cada momento. Con el siguiente montaje, donde ya entré como actor, Memorias de un caballo andaluz sí estuvimos girando. Es una Compañía que ha hecho giras impresionantes, con montajes muy potentes.

XYZ: ¿Puede adelantar algún proyecto futuro?

N.G.: Sí, puedo hablar de dos: Uno sería el segundo montaje de Teatro Exiguo que estrenaremos en noviembre en la Sala TNT y en octubre haré en La Fundición con Alicia Moruno La pícara Justina con dramaturgia de Luis Felipe Blasco Vilches y dirección de Verónica Rodríguez.

XYZ: ¿Qué les diría a los lectores de XYZ para que vayan a ver Asesinato bajo una farola?

N.G.: Pues que si alguna vez han disfrutado con el humor de los Hermanos Marx o Superagente 86, que vengan a pasar una hora divertida con un ritmo frenético, ya que si te ríes puedes hasta perderte el siguiente chiste. Tiene muchos ingredientes para que todos pasen un rato muy agradable.