¿Unos recién llegados? En absoluto. Frotalámparas es una compañía que inició su andadura en Barcelona y que se ha establecido en Sevilla para enriquecer nuestra ya de por sí bulliciosa escena. En la siguiente entrevista Óscar Salamanca y  Marta González, sus fundadores, dibujan su interesante trayectoria y nos cuentan las bondades de «Vamos a por CR 7», una comedia disparatada con tintes realistas. 

– Hasta el 2016 Frotalámparas ha tenido sede en Barcelona y decidisteis estableceros en Sevilla. Para que nuestros lectores os conozcan un poco mejor, ¿por qué este cambio? Frotalámparas somos dos, Óscar, barcelonés, y yo, Marta, que soy de Sevilla y me había trasladado a vivir a Barcelona en 2006. Nunca me he despegado de la ciudad, ni a nivel profesional y menos aún personal, y lo cierto es que tenía ganas de regresar a casa después de todos estos años fuera, de traer nuestro trabajo aquí y sumarnos a este empuje tan importante que desde nuestro sector se está llevando a cabo en Sevilla y en general en Andalucía. Convencí a Oscar con lo típico, que si en Sevilla se vive muy bien, que hace muy buen tiempo siempre, que los bares son más baratos… (risas) ¡Es broma! Le hice una propuesta clara: si nosotros venimos trabajando desde 2011 en Barcelona, generando de manera independiente (es decir, produciendo y gestionándolo todo desde la compañía) y  distribuyendo nuestro trabajo principalmente hacia Italia y por otro lado al resto de España, ¿por qué no poner la sede en Sevilla, aunque manteniendo los lazos con Barcelona, si a fin de cuentas nuestro trabajo está donde nosotros estamos? A Oscar no le quedó opción, y en plenas navidades de 2015 llegamos con el turrón y un montón de cajas, atrezzo, vestuario e ilusiones a Sevilla.  

– ¿Cómo definiríais el estilo y las propuestas de la compañía? Lo cierto, es que en la actualidad nos definimos con una dirección clara, ser económicamente rentables y luchar por una empresa sostenible, lo que ha posicionado nuestro trabajo en tres vertientes. Por un lado desde 2012 trabajamos en coproducción con una productora milanesa, con la que realizamos cada temporada una gira de más de 80 funciones por toda Italia, llevando adaptaciones de clásicos españoles para realizar allí un teatro en versión original para el público italiano. En esta temporada, por ejemplo, pondremos en pie «Bodas de Sangre» que saldrá de gira en Enero de 2018 y con la que ya estamos inmersos en la producción, que este año será cien por cien sevillana. Por otra parte, producimos espectáculos de dramaturgia propia, como el que tenemos en el tintero actualmente  «Juan Ramón y Yo» una puesta en escena multidisciplinar para conmemorar el 100 aniversario de boda de la pareja, basado en la reciente publicación de sus dos diarios de recién casados y en cartas inéditas hasta el momento. Y en esta vertiente hemos sumado, por primera vez desde 2016, la producción de espectáculos de dramaturgos coetáneos. En este bloque entraría «Vamos a por CR7» del dramaturgo catalán Albert Boronat. Y por último, realizamos espectáculos a medida, es decir, cualquiera (no sólo empresas escénicas) puede encargarnos un espectáculo a su gusto, que nosotros elaboraremos desde la dramaturgia hasta la puesta en escena total, como ha sido el caso, de nuestro trabajo con Teatro Bus Sevilla, con los espectáculos «El Espíritu de la Navidad» y «La Máquina del Tiempo». Eso sí, lo que más nos gusta es trabajar desde la dramaturgia actual, sea propia o externa, ya que nos permite dar voz a aquello que de una manera u otra nos interesa y nos parece relevante compartir con el resto de la sociedad.

– Una curiosidad, ¿cuáles son las diferencias más significativas que encontráis entre la escena de Barcelona y la de Sevilla? Para Oscar, que Sevilla, por el hecho de ser una ciudad bastante más pequeña que Barcelona, todo se concentra de una manera intensa, interesante y familiar, lo que hace que sienta tanto al sector como al público mucho más amable y cercano. El contrapunto, que aquí las temporadas son breves, mientras que en Barcelona lo normal es que partas con un estreno de tres semanas. Para Marta,  hay una diferencia de organización, aquí en Sevilla, con la propuesta de Escenarios por ejemplo, hay un objetivo común por parte de las salas de incentivar y facilitar el acceso al teatro con precios asequibles y dar visibilidad a una programación amplia y variada, mientras que en Barcelona, son las compañías, especialmente las nuevas compañías, las que hacen piña para dialogar con las salas y conseguir relacionarlas entre sí, en favor de las compañías de la ciudad. Así por ejemplo, se inventó un bonoteatro, en el que cada mes podías asistir a ver de dos a cuatro espectáculos distintos por un precio reducido. Es como tener aquí el carnet de Amigos de Escenarios, sólo que allí son las compañías quienes lo han creado y quiénes han conseguido implicar a las salas, por lo que el resultado es que al final, la distancia que suele haber entre compañías y las salas y otras instituciones se reduce de una manera conjunta y guiada por las necesidades actuales de las compañías o creadores. Por ejemplo, otra propuesta muy interesante que han conseguido las compañías, es que varias salas seleccionen cada temporada a varias de estas compañías jóvenes para realizar una o más co-producciones, con estreno en la cartelera de sus salas.  Luego si hablamos de estilos, en los últimos años en Barcelona se ha optado más por un teatro experimental o de textos filosóficos y algo trascendentales, mientras que en Sevilla se trabaja mucho desde el humor, y grandes dosis de textos clásicos.

– En vuestra propuesta para Teatro la Fundición partís de un texto Albert Boronat, ‘Vamos a por Guti’, que ha pasado con éxito por Madrid y Barcelona ¿qué cambios podremos encontrar en ‘Vamos a por CR 7’? El primer cambio empieza por el título, por el recurso dramatúrgico que propone el autor de utilizar a un futbolista actual. Guti ya no está, pero tenemos a Cristiano Ronaldo. Después el cambio más importante viene del proceso de creación, que en el caso de «Vamos a por Guti» nace de un trabajo colectivo entre los actores y Albert, y en nuestro caso, partimos de un guión ya elaborado con una trama concreta y unos personajes definidos, que a su vez han pasado por la mente de Marta, que es quien firma la dirección. Y luego hay una diferencia de género, en «Vamos a por Guti» todo el equipo estaba formado por hombres, y en nuestra propuesta las mujeres han tomado el peso de la dirección escénica, no sólo con la figura de Marta, sino también con la aportación de la coreógrafa Laura Morales, y la técnico Macarena Márquez, que todas han ofrecido su visión del espectáculo en sintonía con la dirección de Marta.

– En cuanto a los personajes, nos encontramos con gente de la calle con los que podemos sentirnos identificados, principalmente en su día a día y pequeñas miserias. ¿Qué es lo que los motiva a intentar salir de la normalidad? El dinero. O más bien la falta de dinero, de una economía estable que permita que vivamos dignamente sin tener que hacer malabares ¡a mitad de mes! Y también por supuesto, la esperanza, las corazonadas, los deseos de no rendirnos, de auto convencernos de que todo va a ir a mejor, y de en definitiva seguir corriendo en esta carrera de fondo, que es el día a día, con meta, —como a Marta le gusta decir-  a ninguna parte—. ¿Quién no ha soñado alguna vez con ganar una primitiva, una quiniela o una apuesta vip en internet? Nosotros sí, y los personajes de «Vamos a por CR 7» también…

– ¿Qué nos podéis contar del reparto y del trabajo de los actores durante los ensayos? ¡La verdad es que tengo un equipazo! —dice Marta— Son un elenco muy entusiasmado con el proyecto desde el principio y con un objetivo común y claro desde el inicio, que es un espectáculo de equipo, de a cuatro que tienen que ir a una para que todas las piezas encajen, lo que ha significado desde el primer momento tener unos ensayos intensos y de reajustes diarios, ya que nunca habían trabajado juntos. Por ejemplo, desde el verano, todos decidieron que tenían que ponerse a dieta y hacer más ejercicio, y oye, ahí están día a día venga a hacer abdominales y flexiones.. No es un espectáculo fácil, ya que exige una gran concentración y resistencia para estar perfectamente conectados durante la hora que dura y que todos permanecen en escena. Si uno se pierde. ¡todo se va al garete! Alejandro Lorence, Jorge Luque, Fran Contreras y Oscar Salamanca, creo que os van a sorprender. Hay días que se juntan en plan marujas y cuesta arrancarlos a primera hora, pero basta con ponerlos a correr un rato, que rápidamente entran en escena con energía y unas ganas de empezar increíbles (ríen). La verdad es que está siendo muy fácil trabajar con cada uno de ellos, son muy moldeables a las indicaciones y están trabajando duro por llegar a las marcas y sobrepasarlas.

– En vuestra opinión, ¿cuáles son las claves de una buena comedia?, y ¿qué vamos encontrar en ‘Vamos a por CR 7’?  Humanidad, verdad, ritmo y alguna sorpresa.  Si ponemos en juego a cuatro tíos en una noche de colegueo, alineados con riesgo y pasión, con un fuera de juego de frustración, un corner de fantasía,  una gran parte de sueños al primer toque, un centro por la banda de esos de venirnos arriba, y con un chute a portería. ¿Gol? Ven a verlo.